martes, 21 de agosto de 2007

Viajando en tren

Los días pasados he estado de viaje. Primero fui a Ahmedabad y viaje hasta allí en tren. Comprar el billete resultó ser una tarea un poco complicada. Los trenes tienen varias clases. En los vagones con aire acondicionado sólo se puede viajar si tienes un ticket con reserva, que te asigna una plaza determinada. Si no tienes reserva, viajas en segunda clase, y sólo te sientas si tienes suerte de encontrar sitio en algún vagón, que suelen ir bastante llenos. En Vyara no se puede comprar billete con reserva porque no tienen el servicio computerizado. Intenté comprarlo por Internet pero, a pesar de que existe la posibilidad de los tickets electrónicos para imprimir, parece que hay que comprar el billete con varios días de anticipación. El caso es que la página web de los ferrocarriles indios, que por cierto trasladan a más de 15 millones de personas cada día, no me permitía comprar el billete y me decía que estaba en lista de espera. La gente aquí me dijo que no me preocupase, que eso no quería decir que los vagones estuviesen llenos. Me dijeron que comprase un billete de segunda clase, que cuando llegase el tren me montara en uno de los vagones con aire acondicionado y que buscase al interventor. Si lo hacía inmediatamente sólo me cobraría la diferencia entre las tarifas y no una multa por ir en una clase que no me correspondía.

Desde Vyara sólo hay un tren que va a Ahmedabad sin tener que hacer escalas, el Howrah Express, que sale a las siete y media de la mañana. Antes de las siete y cuarto yo ya estaba en la estación. Compré mi billete y me dispuse a esperar. Dieron las siete y media y el tren no llegaba. Sobre las ocho menos cuarto vi aproximarse el tren. Como era un tren bastante largo, me puse a andar por el andén buscando algún vagón con aire acondicionado, pero no lo encontré. Le pregunté a una persona y me dijo que no había vagones con aire acondicionado y que me montase en ese mismo. Eso es lo que hice y claro, siendo extranjera, enseguida me hicieron un sitio para sentarme. Como la gente siente mucha curiosidad al ver a alguien tan diferente, intentan entablar conversación, pero mi nivel de gujarati no ha avanzado mucho. Afortunadamente alguna gente hablaba un poco de inglés. Cuando me preguntaron dónde iba y les dije que Ahmedabad, me dijeron “¡ah, entonces vas a Surat y cambias allí de tren!” Y yo: “No, no, en este tren hasta Ahmedabad”. Y ellos: “No, no, este tren sólo va hasta Surat” ¡Resulta que me había equivocado de tren y me había montado en uno local que iba parando en un montón de estaciones entre Vyara y Surat! El Howrah Express venía con hora y media de retraso, un tiempo que puede parecer bastante grande pero que no lo es tanto si se tiene en cuenta que para cuando llegó a Vyara el tren había recorrido1800 km., habiendo salido de Calcuta más de 30 horas antes. El caso es que me dio tiempo de llegar a Surat en el tren local y cambiar allí al tren que se suponía que tenía que haber tomado desde el principio. Me monté en un vagón con aire acondicionado y, a pesar de ser mucho más cómodo, no fue tan divertido como la primera parte del trayecto porque allí todo el mundo se comportaba muy educadamente y nadie me dirigió la palabra. Eso sí, a pesar de ser un tren bien largo, mi vagón fue a parar justo enfrente de la persona que me iba a buscar. ¡Ni tan mal!

miércoles, 15 de agosto de 2007

Adivasi din


El 9 de agosto ha sido declarado por Naciones Unidas día internacional de los pueblos indígenas ("adivasi din" en gujarati). En los últimos años se han empezado a celebrar en esta zona distintos actos festivos esa día con la intención de que los adivasis (los pobladores originarios de la India) comiencen a sentirse más orgullosos de su identidad y tradiciones. También se han empezado a organizar manifestaciones para reclamar sus derechos. Yo acudí a Amgi, un pequeño pueblo cercano a Vyara, para participar en la fiesta. La gente se congregó a unos dos kilómetros del pueblo y comenzaron una marcha de vuelta acompañados de instrumentos y cantos, parando de vez en cuando para bailar. Días antes habían recogido comida y dinero por las casas para juntarlo y preparar una comida común compuesta de arroz, pollo y legumbres que comimos utilizando como platos unas grandes hojas.


Yo acepté encantada la oferta de vestirme con
sari, atado al estilo tradicional adivasi, e incluso me animé a unirme a los bailes. En fin, que pasé un día estupendo.

sábado, 11 de agosto de 2007

El diluvio monzónico

El monzón está causando graves inundaciones en algunas zonas de la India y en otros países asiáticos, dejando a su paso cientos de muertos y obligando a millones de personas a desplazarse. Afortunadamente por aquí no está siendo tan grave. Cuando llegué (¡hace ya más de un mes!) llovía intermitentemente y sin mucha intensidad. Luego las lluvias pararon y sólo caía algún chaparrón de vez en cuando. Eso era malo para la agricultura (el principal modo de vida para una gran parte de la gente de esta zona) porque es la temporada del trasplante de arroz y para ello los campesinos necesitan que los campos estén anegados de agua. Además ésta es la época del año en que se acumula el agua en el subsuelo y si no llueve bastante los pozos no acumularán suficiente agua para el resto del año. En los últimos días el tiempo ha cambiado de nuevo y ahora los intermitentes son los claros. Lo normal es que esté lloviendo y a veces con bastante intensidad.

sábado, 4 de agosto de 2007

Mi nueva base

Por fin he conseguido conectar mi portátil a Internet a través del móvil. Así mi conexión ha pasado de ser superlenta a simplemente lenta y por fin puedo añadir una nueva entrada al blog para hablaros un poco de Vyara, mi nueva base. Según la wiki, tiene más de treinta mil habitantes. Si estuviese en España, ese dato os podría dar algunas pistas del tipo de ciudad y los servicios que os podríais encontrar. En India, sin embargo, la situación es muy diferente. Por ejemplo, frente a los tropecientos bares que habría allí, aquí no se puede encontrar ningún establecimiento que sirva bebidas alcohólicas, al menos legalmente, ya que en el estado de Gujarat impera la ley seca. Hay algunos chiringuitos y locales donde se pueden comprar refrescos y algo de comer, pero no he visto a casi ninguna mujer en ellos. De hecho, no he notado mucha interacción social entre hombres y mujeres. Se ven grupos de hombres y chicos jóvenes sentados en bancos o en los chiringuitos, pero es difícil ver grupos mixtos. Ni siquiera se suelen ver grupos de chicas sentadas ociosas en ningún lugar. Cuando las veo, suelen estar o bien a las puertas de sus casas realizando alguna tarea o en movimiento, yendo a clase, a hacer compras, o a cualquier otro lugar. Por eso, no me resulta extraño que, aunque los matrimonios por amor se empiecen a aceptar, no sean muy comunes, porque ¿dónde y cómo se van a enamorar? Es curioso ver la sección de clasificados del periódico del domingo, que está dominada por anuncios de padres que buscan maridos y mujeres para sus hijas e hijos.





Lo que si tiene Vyara es un mercado bastante grande, aunque me resulta un poco difícil saber dónde comprar cada cosa y cómo pedirlo si no está a la vista. En algunas tiendas y puestos los dependientes hablan inglés, lo que me facilita la tarea, pero en otras me tengo que entender por signos. También es un poco difícil regatear sin tener ni idea del valor de las cosas y teniendo en cuenta que los números que he aprendido en gujarati sólo alcanzan hasta el diez.



Me han dicho que hay un cine, pero todavía no he descubierto donde está. Algún día quiero ir a ver una película de Bollywood, aunque no sé si voy a aguantar tres horas largas sin entender ni palabra de lo que dicen. Claro que las historias suelen estar siempre cortadas por un patrón similar: chico conoce chica, se enamoran, por distintas circunstancias se tienen que separar y al final se vuelven a juntar. Todo ello aderezado por unos cuantos números musicales en los que los protagonistas suelen ser teletransportados a algún lugar tan exótico como Suiza.